Inclusión…
En el norte de la ciudad de Bucaramanga, Carrera 27 No 42 con 52, está ubicada una asociación sin ánimo de lucro llamada ASOPORMEN, en donde hace aproximadamente 50 años presta un servicio en la ciudad, a una comunidad con ciertas limitaciones, una comunidad con capacidades diversas a favor de aprender y desenvolver habilidades que por dificultades de la vida no pueden del todo desarrollar.
Hace 4 años ingreso a el establecimiento una adolescente llamada Eliana Teresa Calderón Cote, que a su edad actual de 16 vive y experimenta una historia que para ella se ha vuelto única, una historia que la incluyó para aprovechar de un espacio donde podría no solo socializar y tener amigos, sino, para desarrollarse como una adolescente con una buena apariencia física y una belleza especial, ante lo que nadie se imagina que dentro de ella, hay una enfermedad que la hace ver como una persona diferente ante la sociedad.
El 30 de noviembre del año de 1999, nace esta pequeña que como cualquier otra refleja normalidad sin ninguna novedad, su mamita, muy contenta la recibe en sus brazos y la observa detalladamente plasmándole una sonrisa de bienvenida a su llegada, una presencia que llenara de felicidad a su hermosa y cuantiosa familia.
Su madre Luz Marina Cote Rojas, es una mujer pujante, de carácter fuerte, con una mirada noble y sincera que refleja la tristeza que ha guardado en su corazón desde hace 15 años, cuando tuvo que afrontar la noticia que su hija padecía de retardo mental moderado, esta enfermedad que se debe, esencialmente, “a que su capacidad intelectual no se desarrolla lo suficiente para hacer frente a las necesidades del ambiente y poder, así establecer una existencia social independiente”. Desde entonces todo cambiaria, pues la niña no sería como los demás, no hablaría como los demás, no jugaría, ni se expresaría como los otros niños de su edad.
Al añito, Eliana Teresa por una infección renal, no solo empieza a presentar un sin número de convulsiones, sino siendo esta su cuarta y una de las más difíciles, la niña sufre un paro respiratorio colocándose morada camino al centro médico (clínica de conucos), donde alerta a que nada anda bien, a que todo está mal. Con el tiempo doña Luz Marina, buscando ayuda para su hija la lleva donde el pediatra quien le revela que su hija padece de rasgos autistas, que su hija padece de epilepsia…
Batallando…
Su mami, quien ha luchado con su hija las 24/7, busca ayuda más personalizada y profesional en atención al problema de su hija y a su falta de economía, se acerca a la alcaldía manifestando el caso, siendo muy favorecida con la opción que le brinda el municipio en convenio con Asopormen, un personal capacitado para tratar y llevar todo este acompañamiento el cual brinda apoyo pedagógico dentro del aula para que así este proceso sea más eficiente y oportuno. También, empezó a recibir sus respectivas terapias físicas y de lenguaje en ayuda a un proceso completo y mejorado. Al año siguiente, siendo aún más afortunada, recibe una llamada del equipo de Protección de Asopormen donde le brinda a su beneficio la oportunidad en el convenio con el ICBF, en donde ahora actualmente asiste, en un horario continuo y recibiendo de todo el beneficio que le brinda este acompañamiento, una chica con ganas de luchar, crecer y salir adelante para su independencia y su supervivencia.
La vida no ha sido del todo generosa con la joven Eliana, ya que su naturaleza a veces intenta descompensarse un poco perdiendo el control de su cuerpo y de su mente, hace meses vivió un episodio que su familia jamás quisiera volver a revivir, a mediados de mayo, junio y julio, la joven paso por una incómoda situación de su existencia presentando episodios psicóticos, momentos fuertes donde los delirios y las alucinaciones se manifiestan, entran en juego y la hacen pasar un terrorífico momento.
El cambio y la evolución gracias al servicio de protección ha sido notable, el antes y el después reflejan que el apoyo interdisciplinario ha ayudado al máximo en su proceso de formación, Eliana ahora es una mujer que domina su disciplina siendo constante en su desempeño a ser mejor persona y a salir adelante cada vez más, realizando sus actividades regulares con mucha paciencia y empeño, manejando un horario permanente para su cuidado y atención debido a que no quiere vivir ni padecer de lo que ya vivió tiempo atrás. Gracias a DIOS ya se encuentra estable y no quiere volver a repetir ese momento alarmante de su vida, por ende, su mamita, doña Luz Marina Cote, le da gracias a la institución y a todos los que están al cuidado de su hija ya que ha tenido una evolución continúa en su formación, una joven que lucha con sus problemas, apoderada de su independencia y que refleja que a pesar de las incongruencias de la vida, siempre hay que ser mejor, siempre hay que guardar la calma, siempre hay que tener paciencia hasta vencer, caerse, levantarse y no parar.
Por: Harold Andrés Pardo Q.
Practicante en comunicación social y periodismo.
COMPROMISO DE SANTANDEREANO, APOYAR A ASOPORMEN TAREA NOBLE QUE CUMPLEN ALGUNOS EN BENEFICIO DE OTROS QUE LO REQUIEREN…