Los resultados de un estudio realizado en la Universidad de Los Ángeles (UCLA) reflejaron que los niños con síndrome de Down tienen un procesamiento auditivo muy lento. Aparte de esto, sabemos que los niños con síndrome de Down presentan un bajo tono muscular y muchos presentan una pobre regulación del oído medio. La combinación de estos factores afecta el desarrollo del habla y del lenguaje, así como de las habilidades motoras.
El «Listening Centre» de Toronto, Canadá, y otros centros de Norte América han estado ayudando a estos niños desde 1978. Los resultados han sido muy satisfactorios. La siguiente sección es un intento de clasificar los diferentes niveles de intervención del Método Tomatis cuando se aplica en casos de Síndrome de Down. Esta clasificación está basada en los progresos más comúnmente observados y reportados durante y después de la Estimulación Auditiva:
1. Da la niño o adulto sonidos de «Alta Energía» o como los llama el Dr. Alfred Tomatis: «Sonidos de Carga»
Estos sonidos vienen de la música de violín de Mozart que se modula y se filtra para eliminar los sonidos de bajas y medias frecuencias a través de un filtro electrónico que densifica el rango de alta frecuencia. La voz de la madre cuando se modifica a través del mismo proceso electrónico tiene un efecto similar con estos niños.
2. Ejercita los músculos del oído medio, aumentando el tono muscular de estos, utilizando los sonidos descritos arriba a través de un aparato llamado oído electrónico
Este aparato es un amplificador de dos canales, cada uno con su propio sistema de filtrado. El sonido se pasa de un canal a otro a través de puertas electrónicas. Esto provoca una secuencia de flexión, relajación de los músculos del oído, al igual que cualquier buen ejercicio. Este ejercicio aumenta el nivel de atención del niño, poniéndolo más alerta de los estímulos exteriores. Uno de los efectos más comunes del Método Tomatis en niños con Síndrome de Down, es un rápido mejoramiento en la habilidad de cerrar la boca, mantener la lengua adentro y no babear. Poco después de estos cambios, la articulación del lenguaje se hace más clara e inteligible. Los resultados son atribuidos a la unión entre los músculos del oído medio, los músculos faciales y los músculos de la mandíbula.
3. Ayuda a establecer o reforzar el dominio auditivo hacia la derecha, decreciendo la cantidad de estimulación recibida por el oído izquierdo
Al principio de la estimulación se puede observar un incremento en la expresión facial. Esto es seguido de más habilidad para construir frases y oraciones. Se mejora la coordinación y se realiza el sentido de tiempo y espacio.
4. Ayuda a establecer la conexión audio-vocal a través de ejercicios activos con el oído electrónico
Después de que su habilidad auditiva es incrementada con sonidos filtrados, al niño se le pide que repita canciones, palabras y oraciones. La voz del niño es recogida por un micrófono, procesada y modificada por el oído electrónico y se regresa de nuevo al niño por audífonos. Esta modificación de la voz hace que el niño escuche su voz de la manera en que un buen oído la escucharía. El resultado es un control más preciso de la voz en cuanto a articulación, entonación y ritmo. Un mejor control audio-vocal hace la producción del lenguaje sencillo y además permite la elaboración de oraciones más completas. Como consecuencia el proceso de pensamiento se acelera. Y al niño le gusta cada vez más expresarse hablando y lo hace con más espontaneidad. Esto ayuda a mejorar sus niveles de socialización.
Los niños con Síndrome de Down son más bien típicos que diferentes a los demás
Al igual que otros niños tienen su propia personalidad, preferencias, habilidades y necesidades. Su desarrollo es idéntico al de cualquier otro niño solo que más lento. Aunque su desarrollo motor y de aprendizaje es más lento, debemos estar conscientes del potencial que tienen estos niños. Niños con Síndrome de Down por lo general pueden llegar a dominar la escritura y la lectura.
La integración y la normalización ofrecen a estos niños mayor oportunidad de desarrollarse, especialmente cuando son apoyados con terapias de lenguaje y habla, fisioterapia, uso de dispositivos electrónicos, etc. Recomendamos a los padres que pongan especial interés en proporcionar a sus hijos programas recreacionales y culturales para desarrollar sus habilidades tanto físicas como intelectuales.
Los padres también tienen que recordar que los niños con Síndrome de Down, como los demás niños, necesitan estar cómodos con su persona, sentirse bien de ser quienes son. Una buena autoestima es básica para la salud mental y el desarrollo intelectual.
El trabajo de la familia es criar a sus hijos para ser independientes, esto no varía para las familias que tengan niños con Síndrome de Down. Los niños con Síndrome de Down deben aprender desde a jugar con sus amigos hasta usar transporte público, trabajar y saber cuidarse.
Al permitirles y alentarlos a desarrollar sus potenciales individuales les proporcionamos igualdad de oportunidades, lo que se traducirá en que los niños con Síndrome de Down llegarán a ser adultos que lleven una vida significativa, productiva e independiente.
María del Pilar Ariza Pérez
Consultora Tomatis Asopormen
Tel: 0376454532
- Adaptado de Tomatis México